«Jay no se sienta ni usa mucho sus manos. No articula palabras y no sabemos cuán bien puede ver», dice.
«Pero juega con nosotros e intenta imitar todo lo que su hermano Kairav hace».
Jay tiene parálisis cerebral. En sus primeros años de vida, Shilpa estaba desesperada por encontrar algo que pudiera ayudarlo.
Mientras navegaba por internet hasta tarde cada noche, se encontró con un ensayo clínico con células madre en la Universidad de Duke en Carolina del Norte (Estados Unidos), pero Jay no era elegible para someterse a él.