El plan del presidente Andrés Manuel López Obrador de vacunar primero contra la covid-19 a los mexicanos más pobres va en contra de lo recomendado por los expertos de salud, asegura The Washington Post.
Para el diario estadounidense, que los pobres sean los primeros en vacunarse contra el virus, incluso antes que personal de salud, «es científicamente irracional, una evidencia de que la política está distorsionando la campaña de vacunación».
The Washington Post califica esta estrategia de vacunar primero contra la covid-19 a los pobres «como una especie de reparación por años de marginación».
«Maestros en aldeas rurales, algunos de los agricultores más pobres del país, miembros ancianos de comunidades indígenas remotas recibirán las vacunas contra el coronavirus antes que casi cualquiera de los habitantes de las ciudades de México, que han soportado los peores brotes», señala el diario.
Y agrega: «En muchos casos, la población rural pobre ha sido vacunada incluso antes que el personal médico encargado de administrar las inyecciones».
The Washington Post explica que la mayoría de las comunidades a las que se da prioridad han tenido un número de casos de covid-19 relativamente bajo. La mayoría, dice, son pueblos rurales o semirrurales, donde el distanciamiento social nunca fue un desafío.
«El problema es que el gobierno no ha mostrado ninguna evidencia que sustente el cálculo epidemiológico detrás de esta decisión […] Están desperdiciando vacunas y desviándose de lugares donde son más necesarias», dijo al diario Xavier Tello, analista de políticas de salud.
«Esta es una visión que no tiene base en epidemiología», cita The Washington Post a Fernando Petersen Aranguren, secretario de salud del estado de Jalisco. «Esto no tiene nada que ver con la salud pública y no se centra en la necesidad de romper la cadena de contagio».
Mientras el gobierno de Jalisco quería iniciar la vacunación en Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México, donde más de 71 mil han sido infectadas con el virus, sin embargo, el gobierno federal, que tiene un control de la vacunación, dio al estado tapatio una lista de pequeños pueblos y aldeas que serán prioridad.
«Aunque hemos sido muy respetuosos con la decisión del gobierno, en mi opinión deberíamos estar priorizando otros subgrupos de personas en riesgo, como, por ejemplo, aquellas con condiciones médicas preexistentes y comorbilidades, en lugar de enfocarnos en criterios geográficos», dijo The Washington Post Gabriel O Shea, secretario de salud del Estado de México.
Este mes, el gobierno publicó una lista de 333 municipios «altamente marginados» que recibirán las primeras dosis.
«Muchos de los seguidores de López Obrador provienen de las comunidades más pobres del país, tradicionalmente desatendidas por la élite política del país. Son ferozmente leales al presidente, quien enmarca sus políticas sociales como un esfuerzo histórico para reducir las marcadas desigualdades de la nación», señala el diario.
Mientras en algunos países, dice The Washington Post, se espera que los residentes de pueblos pequeños viajen al centro urbano más cercano para vacunarse. En México, está sucediendo lo contrario, algunas personas van desde las ciudades a los pequeños pueblos priorizados por el gobierno federal.