*.- México aumentó 180% el valor de sus importaciones de armamento entre 2012 y 2016 con respecto al quinquenio anterior, de acuerdo con un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- El país se ubicó como el segundo mayor importador de armas de toda Latino américa —sólo por detrás de Venezuela— tras superar a Brasil, Colombia y Chile, que redujeron su gasto. Estadis Unidos suministró 56% del armamento importado por los mexicanos.
El sistema de cálculo utilizado en el informe no se refiere a los precios reales de compraventa, sino a los costos de producción. El pronunciado aumento en las importaciones responde a “la respuesta militarizada contra los cárteles de la droga”, explica en una llamada con el diario El País Aude Fleurant, analista franco-canadiense del SIPRI especializada en Latinoamérica.
Tras más de una década de guerra contra el narco, el valor del material militar adquirido y donado —principalmente por Washington— alcanzó máximos anuales los dos últimos años. “Hasta ahora México ha recibido una ingente ayuda militar de Estados Unidos. Nadie sabe qué ocurrirá con estas donaciones a partir de ahora”, dijo Fleurant.
La principal inversión en armamento se realizó en la adquisición de equipamiento medio y ligero, así como medios para el transporte de efectivos, de munición o de víveres. “Es el tipo de material que se importa para aplicar medidas de contrainsurgencia”, destaca Fleurant. México aumentó su número de helicópteros, de todoterrenos Humvees y de vehículos blindados de combate.
Estados Unidos, que se mantuvo como el principal exportador mundial de armamento (un tercio del total), suministró más de la mitad del material militar que importó México en el último quinquenio. España exportó más del 10% del equipamiento. Sólo en 2015 México compró material de defensa español por valor de más de 148.5 millones de dólares.
En cualquier caso, el incremento en el valor de las importaciones de armamento en el país latinoamericano no supone un crecimiento equivalente del gasto militar. Según un informe del SIPRI de 2015, México destinó 0.7% del PIB a Defensa, solo 0.2% más que en 2010.
El conjunto de América disminuyó su inversión un 18% con respecto al lustro anterior. Los principales importadores sudamericanos de armamento —Venezuela, Brasil y Colombia— redujeron el gasto en sus importaciones “debido a la caída del precio de petróleo y los problemas financieros”, según la especialista. Bolivia y Perú fueron los únicos países sudamericanos que incrementaron el valor del material militar importado, 139% y 80%, respectivamente.
Venezuela se mantuvo como el principal importador latinoamericano, pero lo redujo 17%, “únicamente porque su economía ha colapsado”, asegura Fleurant. 2016 fue el año del último decenio que menos material militar llegó a Venezuela. El principal proveedor de Caracas fue Rusia —segundo exportador mundial—, que suministró 75% del armamento.