CIUDAD DE MÉXICO (The Huffington Post).- A diario muchos perros son abandonados en las calles o maltratados en sus propios hogares, lo que les genera enfermedades, afecta su calidad de vida o en los peores casos, les ocasiona la muerte.
Afortunadamente muchos de ellos son rescatados por asociaciones o personas de buen corazón quienes se encargan de darles el final feliz que tanto merecen.
Este fue el caso de “Campeón”, un perro de Cuautla, Morelos, que vivía en una casa con extrema pobreza, donde no tenía los cuidados necesarios.
Campeón se encontraba en condiciones totalmente desfavorables, pues tenía desnutrición, anemia y un cuadro severo de sarna, por lo que incluso salían gusanos de algunas partes de su cuerpo.
El 13 de agosto del 2013, su vida cambió para siempre gracias a Maryna Ortega, una mujer que en cuanto lo vio, no dudó en ayudarlo.
Inmediatamente Maryna le pidió a la dueña de Campeón que le permitiera llevárselo para ir al veterinario y saber si se podía hacer algo o en su defecto, dormirlo para que no sufriera más.
“No lo dudó mucho. Ella sabía que su perrito estaba sufriendo”, relata Maryna.
Siguiente paso, pedir ayuda
Campeón fue el primer perro que Maryna rescató, por lo que en ese momento no sabía qué hacer ni a quién acudir.
Al comienzo, publicó su caso en Facebook y pidió ayuda para llevarlo con un veterinario en Cuautla.
Gracias al anuncio, la asociación “Amigos de los perros Morelos”, la contactó y le brindó los datos de un médico veterinario, así como una transportadora para llevarlo.
A pesar de sus esfuerzos, el médico no le dio muchas esperanzas, además de que el tratamiento era muy costoso y tardado. La recomendación era dormirlo.
“No quise dejarlo ahí. Volví a publicar el caso y varias personas lo compartieron. Al otro día me hablaron de un número del DF, que alguien se había ofrecido a ayudarlo, que esa persona se haría cargo de todos los gastos”, cuenta.
Al día siguiente, Maryna llegó con campeón a la veterinaria de la Ciudad de México, donde ya la esperaba Carolina Jiménez, la mujer que se haría cargo de todo el tratamiento.
Campeón se recuperó
Campeón pasó cuatro meses internado en la veterinaria en donde era visitado por Carolina y por supuesto Maryna.
“Yo iba a verlo una vez a la semana y lo sacaba a pasear”, dice.
Cuando fue dado de alta, vivió con Carolina por un tiempo hasta que el rancho “Los Pirules”, un hogar donde habitan animales que han aparecido en televisión y cine, decidió adoptarlo.
El salto a la fama de Nanahuatzu
Maryna ni Carolina imaginaron que ese perro enfermo a quien no le daban esperanzas de vida, un día llegaría a ser actor de cine.
Al llegar a rancho, el nombre de Campeón quedó atrás, pues a partir de ese momento, sería conocido como Nanahuatzu.
En aquellos días, Celso García y Alejandro Springall, estaban en la búsqueda de “actores perrunos” que aparecieran en su nueva producción “La delgada línea amarilla”.
“Ellos adoptaron a Nanahuatzu cuando empezó el rodaje de la película. Carolina me lo hizo saber”, declara Maryna.
Así, Nanahuatzu de aproximadamente cuatro años de edad, fue elegido para la película protagonizada por Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Silverio Palacios y Gustavo Sánchez Parra.
La vida cambió para Nanahuatzu y Maryna
Tras rescatar a Nanahuatzu, Maryna supo que quería hacer eso toda su vida, por lo que incluso tiene un dicho.
“Cada perrito que rescato y doy en adopción, le estoy abriendo una oportunidad de cambiar su vida”, dice.
Maryna quien es maestra de educación física en una secundaria de Cuernavaca, ha rescatado hasta ahora aproximadamente 80 perros a quienes ha encontrado un hogar donde los llenen del amor y cuidados que antes no recibieron.
La profesora vive entre semana en Cuernavaca y los fines de semana viaja a la Ciudad de México. Una tarde mientras caminaba sobre periférico, vio un espectacular donde Nanahuatzu hacía su anuncio oficial como actor de cine, algo que realmente la emocionó.
“Son de las mejores cosas que me han pasado en la vida”, contó en su perfil de Facebook.
Con información de The Huffington Post