La semana pasada Reino Unido inició formalmente la campaña de vacunación contra la covi-19 con la aprobación de la vacuna de Pfizer y BioNTech, y con ello la esperanza de que los contagios y las muertes en el mundo puedan bajar.
El embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, comentan en su columna en El Universal, el arranque de la vacunación representa una hazaña jamás contada en la historia de la salud pública, y el comienzo de una nueva época en el contexto de la globalización.
El haber desarrollado no una, sino varias vacunas contra un patógeno desconocido en menos de un año. Se dice fácil, pero habitualmente este proceso tarda 10 años, pero fu posible gracias a una ciencia robusta, en el contexto de la cooperación internacional y con una inversión cuantiosa. Y lo que viene será igualmente extraordinario: decenas de millones de personas vacunadas cada mes durante los próximos dos años.
La movilización y logística para la llegada de la vacuna representa un reto para todos los países, por ejemplo vuelos charters cruzan el atlántico entre Bruselas y Chicago con toneladas de hielo seco, para llevar a buen destino la vacuna que requiere temperaturas equivalentes a las registradas en el polo norte para preservarse activa. Sumado a este panorama la producción masiva a corto plazo, con controles de calidad rigurosos, es uno de los mayores retos que ha afrontado el mundo industrial postmoderno.
De acuerdo con el exrector de la UNAM, ahora tocará a los gobiernos administrar los insumos, pero, sobre todo, la paciencia de sus ciudadanos, que están hartos, fatigados y enojados por la pandemia. La llegada de la vacunas es una muestra de optimismo, aunque también puede convertirse en frustración y reclamo, generar aún más enojo, por el simple hecho de tener que esperar meses, acaso años, antes ser vacunados.
Hay que empezar por explicar bien las razones para vacunarse. Las campañas de desinformación sobre las vacunas ya empezaron y, después de 10 meses de desgaste, la credibilidad de las autoridades, en prácticamente todo el mundo, ha caído.
La idea de que sean las y los trabajadores de sector de la salud los primeros en recibir la vacuna, junto con los adultos mayores y los grupos más vulnerables puede contribuir a la confusión del público; sin embargo, el factor fundamental será la confianza. Confianza en el producto, pero también en el prestador del servicio.
La llegada de las vacuna es una muy buena noticia, pero mientras llega el turno de inmunizarnos hay que seguir con las medidas de sanidad y anticiparnos a tiempos para no desgastarnos más, entre la fatiga, el enfado y la frustración.
kach