Cuernavaca, Morelos 7 de junio de 2017 (WDC).- Durante la celebración del Día de la Libertad de Expresión, en la Plaza de Armas de Cuernavaca periodistas de Morelos dieron a conocer que en la actualidad este derecho está en riesgo por el propio Estado y los grupos del crimen organizado.
Al referirse a Morelos, señalaron que las cosas no son mejores, debido a que las agresiones se materializan mediante amenazas, insultos, hostigamientos e intentos de criminalización de parte de funcionarios cercanos al poder, por lo que exigieron que el Congreso local instale las mesas de diálogo necesarias para que se apruebe la Ley de Protección a Periodistas para garantizar el libre ejercicio de la libertad de expresión.
Así también, exigieron al gobernador Graco Ramírez, que a la brevedad se siente con los periodistas y sostengan un diálogo público que deriven en compromisos concretos para garantizar la protección del gremio, así como también se terminen con las agresiones y hostigamientos que padecen los periodistas desde su gobierno.
Asimismo, los comunicadores exigen al Ejecutivo estatal destituya al coordinador de Asesores, Gustavo Martínez González, por ser un agresor y hostigador de periodistas, ello como una muestra de que su gobierno realmente tiene el compromiso de respetar la libertad de expresión.
Sumado a lo anterior, también solicitaron que los policías de Morelos no sean utilizados para “cubrir” eventos periodísticos, parar la práctica de tomar fotos y video a los periodistas y activistas que realizan protestas y conferencias de prensa en el centro de Cuernavaca, ya que esas acciones constituyen una nueva forma de violencia contra la libertad de expresión.
En el ámbito nacional, los periodistas en Morelos enfatizaron que este 7 de junio, Día de la Libertad de Expresión, no hay nada qué celebrar y sí, aún hay todavía mucho por hacer, esto, al exigir que en el país se detengan todas las agresiones y violencia contra los periodistas, y que se castigue a los responsables de los asesinatos de sus compañeros cometidos a lo largo de estos años, reiterando que cada una de esas muertes ha matado poco a poco a la democracia.