En una escalada sin precedentes de violencia en la región, esta mañana, decenas de terroristas armados de Hamas invadieron el sur de Israel, sembrando el terror en las calles y dejando un rastro de muerte y destrucción a su paso. Los agresores atacaron a civiles israelíes inocentes en sus hogares y en las calles, mientras miles de personas se dirigían a sinagogas y reuniones familiares para celebrar Shabat y la fiesta de Simjat Torá.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró el estado de guerra, prometiendo una respuesta firme. «Ciudadanos, estamos en guerra y ganaremos», dijo Netanyahu, mientras Hamás y otras milicias palestinas desencadenaban un ataque sin precedentes desde Gaza.
Más de 2,500 misiles fueron lanzados hacia el sur y el centro de Israel, incluyendo ciudades importantes como Jerusalén y Tel Aviv. Además, se informó de la incursión de milicianos armados en suelo israelí, donde dispararon indiscriminadamente a civiles y tomaron rehenes, tanto civiles como militares, llevándolos al interior de Gaza.
Los servicios de emergencia reportan al menos 40 israelíes muertos y más de 700 heridos debido a los ataques. En Gaza, la respuesta israelí se ha cobrado la vida de al menos 161 palestinos y ha dejado a 931 heridos, según el Ministerio de Salud palestino. Entre las víctimas palestinas se encuentra el periodista Muhamad al Salhi.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, reafirmó el compromiso de su país con el derecho de Israel a defenderse y prometió apoyo. «Nuestro compromiso con el derecho de Israel a defenderse sigue siendo inquebrantable», declaró Austin. «Trabajaremos para garantizar que Israel tenga lo que necesite para defenderse y proteger a los civiles de la violencia y el terrorismo indiscriminados».
Además de los ataques directos, las imágenes de rehenes israelíes en poder de los milicianos de Hamás han aumentando la angustia y la incertidumbre en la región. Los altavoces de las mezquitas en Jerusalén llaman a los musulmanes a una «Guerra Santa» contra Israel, intensificando aún más las tensiones en la ciudad sagrada.