(La Silla Rota).- Al ofrecer una conferencia magistral en el Instituto Nacional Electoral (INE), Larry Diamond, catedrático de la Universidad de Stanford, consideró que la idea de elegir a los jueces y magistrados por voto popular es muy mala, aunque haya sido concebido por razones idealistas.
En la ronda de preguntas y respuestas de la conferencia, Larry Diamond expuso que ésta “muy mala idea” afecta a la separación de poderes y a la rendición de cuentas.
“La mayoría de las democracias no eligen a los juzgadores, es una muy mala idea para los magistrados, es una muy mala idea para la separación de poderes, es una muy mala idea para la rendición de cuentas democráticas, aunque venga por razones idealistas. En la práctica pienso yo que es sumamente peligroso y es muy probable que den como resultado una reducción en la rendición de cuentas horizontal y una reducción en la capacidad del sistema de justicia para poder impartir justicia y para combatir el delito”, indicó el catedrático estadounidense.
La reforma al Poder Judicial que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador prevé como uno de sus puntos centrales elegir a jueces y magistrados por vía del voto popular. Ahora se realizan foros nacionales para discutir la iniciativa en México.
REFORMA JUDICIAL A DEBATE – SIGUE LA COBERTURA COMPLETA
Diamond aseguró que no imagina una peor manera de elegir a jueces que por voto popular, ya que el Poder Judicial no es una “entidad representativa, no tiene que estar sujeto de ninguna manera inmediata, si queremos irlo cambiando conforme pasa el tiempo, vamos eligiéndolos conforme pasa el tiempo, bueno, el tiempo, y se van teniendo diferentes designaciones, sí, pero que el Judicial esté sujeto a las mismas pasiones populistas y a los legisladores y a los líderes, bueno, pues pienso yo que es no entender la función del Poder Judicial en una democracia de alta calidad”.
¿Qué pone en riesgo la reforma judicial?
Remarcó que con esta forma de elección causa el riesgo de minar la independencia del Poder Judicial, así como la integridad y la capacidad para hacer su trabajo.
“El peligro a la autonomía del Poder Judicial viene de las dimensiones obvias de estos procesos electorales, si los jueces tienen que competir para ser jueces o los magistrados de la Suprema Corte, y luego tienen el respaldo de los partidos políticos, de manera explícita o implícita, ni siquiera tendría que ser un aval formal, bueno, pues entonces van a sentir cierta obligación con los partidos que los ayudaron a ser elegidos. ¿Cómo pueden ser independientes en sus fallos?, ¿Cómo pueden lograr la rendición de cuentas horizontal si llegaron así a este proceso?”, lanzó.