CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pese a que la moneda mexicana logró contener su caída frente al dólar este viernes, en la semana que termina el peso registró una depreciación de 0.20% o 4.3 centavos.
Este día el tipo de cambio se ubicó en los 20.95 pesos por dólar en sucursales bancarias, mientras que al mayoreo o a nivel interbancario, cada billete verde se cotizó en 20.66 unidades, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Según el análisis económico-financiero del Banco Base, luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no incluyera una negociación del Tratado de Libre Comercio de América del norte (TLCAN) en el plan de acción para los primeros 100 días de su administración, el peso comenzó a perder terreno tras la publicación de indicadores económicos positivos para Estados Unidos.
“Durante las últimas dos semanas, los mercados han especulado que medidas fiscales expansionistas a partir del siguiente año, a la par de un buen desempeño económico, podrían acelerar la inflación, lo que a la par obligaría a la Reserva Federal (Fed) subir su tasa de referencia a un mayor ritmo”, explicó el reporte elaborado por Gabriela Siller.
Aunado a lo anterior, el tipo de cambio no reaccionó positivamente al alza de la tasa de interés por parte del Banxico, la semana pasada, ya que el peso acumuló seis días consecutivos a la baja frente al dólar.
Escenario gris pega al peso
Peor, el escenario macroeconómico se complica en el corto y mediano plazos:
El miércoles 23 el Instituto Nacional de Estadística y geografía (Inegi) dio a conocer que el Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anual de 2% y de sólo 1% durante el tercer trimestre, comparado con el trimestre inmediato anterior; el banco central ajustó a la baja su previsión de crecimiento para este y el siguiente año.
De esta forma, para el año en curso la institución encabezada por Agustín Carstens recortó su previsión de un rango ubicado entre 1.7 y 2.5% a uno previsto entre 1.8 y 2.3%. Mientras que para 2017 el rango de crecimiento fue revisado a la baja de entre 2 y 3% a uno ubicado entre 1.5 y 2.5%.
“Es poco probable que el peso gane terreno si las previsiones de crecimiento para el siguiente año se han deteriorado de manera adelantada”, advirtió el Banco Base.
Autoridades lanzan mensajes “de certidumbre”
En este contexto, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, en una gira de trabajo por Londres donde se reunió con su homólogo británico Philip Hammond y con inversionistas de ese país, presumió la forma en que México ha enfrentado la volatilidad en los mercados financieros internacionales.
Acompañado por José Antonio González Anaya, director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Meade aseguró que México tiene un plan multianual de consolidación que considera un superávit primario para 2017 y finanzas públicas que contarán en ese mismo año con espacios para asegurar el avance en este proceso.
También explicó que el gobierno ha cubierto de manera anticipada sus amortizaciones de deuda externa de 2017, mientras que la inflación ha convergido al objetivo de 3%; además de que México cuenta con suficientes reservas internacionales y una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) para impulsar un adecuado funcionamiento de los mercados
“En los últimos dos años México ha enfrentado un entorno externo adverso por la caída en los precios internacionales del petróleo, una considerable reducción en el ritmo de crecimiento económico mundial, la volatilidad en los mercados asociada a la normalización monetaria en Estados Unidos y la incertidumbre generada por factores externos como la próxima separación del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y los posibles efectos del reciente proceso electoral en Estados Unidos”, dio cuenta Meade a la autoridad hacendaria del país europeo.