CIUDAD DE MÉXICO 22 DE OCTUBRE DE 2022 (LA SILLA ROTA).- En su vista al congreso de Hidalgo, el secretario de Gobernación Adán Augusto López, defendió la reforma que propone la permanencia de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública hasta 2028 e incluso señaló que un militar sí puede ser Presidente de la República mientras se someta al proceso democrático para buscar la presidencia de la república.
“El Ejército se ha caracterizado por su lealtad y su institucionalidad (…) el último presidente de origen militar que este país tuvo fue (Manuel) Ávila Camacho, que sustituyó a Lázaro Cárdenas. Desde luego que un militar puede participar en tareas políticas y tener aspiraciones políticas, incluso ser Presidente, pero deberá participar en cuestiones electorales y someterse a las urnas”, dijo en su participación.
Por otro lado, en su visita al Congreso estatal, aseguró que “no hay ninguna militarización”, sino el “reconocimiento del Estado mexicano de la necesidad de fortalecer las tareas de seguridad pública”.
Además, en dicho discurso, volvió arremeter contra la oposición que, a diferencia de Puebla, no abandonó la sesión, sino que expusieron sus razonamientos en contra, lo que llevó al titular de la Segob a responderles uno a uno.
Primero señaló que los gobiernos estatales no han cumplido con su labor y que las corporaciones policiacas están coludidas con el crimen organizado, como en Guanajuato, lo que destacó como una problemática que podrá ser solucionada con la nueva reforma que pone al Ejército con funciones de seguridad pública.
Recordó que “fueron los gobiernos del Partido Acción Nacional los que militarizaron al país y se aliaron con el crimen organizado”, hechos por los que, al día de hoy, está preso en Estados Unidos el ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna.
Los roces entre partídos políticos
En Puebla, el secretario de Gobernación Adán Augusto sostuvo que fue el líder del PRI, Alejandro Moreno, quien le ofreció lograr la mayoría legislativa que Morena necesitaba para ampliar la permanencia del Ejército en las calles, con una propuesta “inteligente y viable”, mientras al PAN lo acusó de solo disentir pese a que entregó el país en llamas.
Entre pancartas encontradas de las y los legisladores de Morena con la frase “estamos Augusto con la Guardia Nacional” y las de panistas con “No a la militarización”, se presentó ante el Congreso de Puebla para solicitar que aprueben el plan militar.
Sin embargo, la bancada panista optó por retirarse, por lo que el secretario de Gobernación sostuvo que le hubiera gustado escuchar si al menos tenían una propuesta después de haber entregado al país en llamas. Asimismo, detalló que fue Alejandro Moreno quien ofreció ayudar a Morena y al gobierno federal, durante una reunión en la que también estuvieron presentes el coordinador de la bancada priista, Rubén Moreira; de Morena, Ignacio Mier; del PVEM, Carlos Puente, y del PT, Alberto Anaya.
“Accedimos (a la reunión que solicitó Moreno) y nos hizo el planteamiento de que había una diputada del PRI, Yolanda de la Torre, que quería presentar una iniciativa de ley, pero no quería que quedara en la congeladora legisladora; era una propuesta inteligente y viable”.
En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador alentó las confrontaciones entre el secretario y gobernadores, solo puso como condición no enojarse. “Es parte de la polémica que debe haber, (si no) sería muy aburrido. Lo único es no enojarse, pero que sí haya debate, con argumentos”, señaló, y confió en que se dé el aval en congresos locales para el plan militar, pues sería irresponsable ante la inseguridad en el país.
El Ejército a las calles de México
La militarización ha incrementado la violencia estructural que viven las mujeres, ya que sus cuerpos se convierte en territorio de guerra, negociación y control, de acuerdo con Instituto Mexicano de las Mujeres (Inmujeres).
Esto alimenta la violación de derechos humanos, pues la formación militar no conlleva una perspectiva humanitaria, ni tampoco perspectiva de género, explica Alicia Moncada, investigadora del área de Estado de Derecho de la Fundación para la Justicia, en entrevista con La Cadera de Eva.
“El militar desarrolló una lógica de pensamiento y razonamiento basada precisamente en una formación militar. Donde la columna vertebral de esta formación es la cadena de mando, la visión de que hay enemigos que atentan contra la seguridad nacional”, dijo la investigadora Alicia Moncada.
La lógica militar también está alimentada por “la extensión del rol masculino” en una sociedad patriarcal, donde los varones aprenden desde que nacen que puede ejercer poder sobre las niñas y mujeres.
Para los militares, la virilidad toma un papel fundamental en la forma de relacionarse, desde la postura corporal, la forma de hablar –agresiva, con un volumen siempre alto, demostrando su capacidad de mando-, hasta la formación de creencias y pensamientos, según la investigadora Erika Márquez del Instituto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda.
A estas demostraciones de virilidad se suma una connotación mucho más negativa porque la virilidad es “también una aptitud para el combate y para el ejercicio de la violencia (enfocada a la defensa pero también a la venganza)”, explica. Así mismo, se replican y reafirman los roles de género, donde el hombre “realmente hombre” es el que se siente obligado a estar a la altura de la defensa ante quienes quieran “ensuciar” el país.
En ese sentido, “se debe evitar de manera absoluta exigir, alentar, acordar o apoyar la participación de fuerzas militares en tareas de control”, según el informe Bajo la bota.