POR: FRANCISCO ZORRILLA MATEOS
Recién la semana pasada concluyeron las comparecencias en el Senado de las y los aspirantes a integrar la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. A diferencia de otros procesos de selección de funcionarios públicos que ha llevado a cabo el Senado, en este caso hay que reconocer la transparencia, la oportunidad en la información y en general, la apertura hacia la ciudadanía del mismo.
Para empezar las y los candidatos remitieron al Senado la documentación que acredita su idoneidad para el cargo, así como su declaración de conflicto de intereses y un ensayo sobre algún tema de relevancia en materia electoral.
En esos documentos, consultables en la página de internet del Senado, se puede conocer la edad, estado de origen de las y los candidatos, en dónde estudiaron, su experiencia en la materia electoral, además de su posicionamiento sobre el tema que eligieron.
Ya en las comparecencias ante la Comisión de Justicia del Senado las y los aspirantes tuvieron diez minutos para explicar el por qué son idóneos para el cargo de Magistrada (o) de la Sala Superior. De ahí, los senadores del PRI, PAN, PRD, PVEM PT e independientes tuvieron dos rondas de preguntas con los candidatos sobre los temas que les parecieron importantes en cada comparecencia.
En general, las comparecencias mostraron de cuerpo completo el perfil de cada candidato. Se notó inmediatamente quiénes son expertos en la materia, algunos otros que entienden sus principios generales, y de plano, los que no tienen ni idea.
De las preguntas de los senadores hubo un común denominador en los temas de las nulidades electorales, el modelo de comunicación político-electoral, la paridad de género, algunos casos concretos, y cómo hacer para reducir costos y eficientar el quehacer de la Sala Superior del Tribunal Electoral. También hubo momentos incómodos para las y los candidatos, como cuando alguna senadora le preguntó a un candidato el por qué se inscribió para ser magistrado de Sala Superior, si recién lo habían nombrado como magistrado electoral en su estado, o cuando se le pidió a otro candidato que explicara si tenía alguna vinculación con algún partido político y su labor como juez.
En estos días en el Senado se tomarán las respectivas decisiones, e incluso habría la posibilidad de que se regresaran una o dos ternas para que la Suprema Corte propusiera otras y otros candidatos. En todo caso, ya todas las miradas están puestas en quienes serán los nuevos magistrados de la Sala Superior, y muestra de ello es que ya comienzan a salir las críticas sobre la gestión de los que todavía están en ese cargo. Dice Jorge Alcocer (Voz y Voto octubre 2016) que la actual integración de magistrados electorales en su afán protagónico propició el deterioro del IFE, la extrema judicialización del sistema, y que nadie los va a extrañar. ¿Qué opina usted?
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