POR: JULIO CASTILLO LÓPEZ
Hace unos años, después de su derrota en el 2000 y en el 2006, el PRI decidió reestructurarse y salir a las elecciones con un cambio profundo de imagen asumiéndose como el “nuevo PRI”, con la idea de dejar atrás su pasado de corrupción y autoritarismo que tanto daño le hizo a México.
Dentro de una entrevista a nuestro actual Presidente antes de que fuera candidato presidencial, definió a dicho nuevo PRI como los gobernadores de Veracruz, Javier Duarte, de Chihuahua, César Duarte, de Quintana Roo, Roberto Borge y a él mismo, entonces gobernador del Estado de México.
Durante las últimas dos semanas ha iniciado la retirada de lo que llamaban nuevo PRI. Primero Quintana Roo, ayer Chihuahua, y Veracruz será muy pronto… hoy, a toro pasado, es muy fácil llegar a la conclusión de que el “nuevo PRI” ha sido el peor PRI de todos los tiempos; un PRI que tomó las costumbres autoritarias, heredó el cinismo y descaro de la corrupción y demostró que ese “nuevo PRI” no supo gobernar con las nuevas reglas de la modernidad (éstas sí, auténticamente nuevas: comunicación 2.0, transparencia, etcétera) y los tres gobernadores salientes se van con la cola entre las piernas esperando ser procesados y muy probablemente encarcelados. ¿Será el mismo destino del nuevo PRI el que espera a Peña Nieto al salir de la Presidencia?… elementos sobran. Algunos puntos a reflexionar.
Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo tienen mucho en común, cuatro puntos base:
- Gobiernos evidentemente corruptos que fueron desenmascarados en plena gestión: propiedades, desvíos, bancos personales, renta de aviones, etcétera.
- Prácticas autoritarias contra la prensa que van desde rehacer publicaciones a modo, pasando por contratar activistas de redes sociales buscando manipular la opinión pública y llegando a desapariciones forzadas.
- El intento de hacer leyes a modo y poner fiscales a modo para mantenerse en la impunidad absoluta después de terminar sus periodos como gobernadores.
- Soberbia absoluta, intolerancia a la oposición y desorden financiero.
Se empieza a terminar una de las peores etapas de México; una etapa que se ha caracterizado por la corrupción hasta los más altos niveles. Sólo Javier Duarte ha tenido una especie de sanción… la suspensión de sus derechos políticos en el PRI lo cual representa… representa… absolutamente nada.
México tiene la opción de en realidad hacer un cambio de raíz. Ya nadie defiende a Duarte de Veracruz, su presunta culpabilidad la corroboró el PRI al abandonarlo e incluso deslindarse de él.
A modo de reflexión final la pregunta que queda es: ¿Qué hizo Javier Duarte?… ¿Fue a apoyar a Morena? O algo peor… no es fácil ni creíble que te sancionen en una institución como el PRI por corrupto y si en realidad es por eso deberían empezar por los exgobernadores que son buscados por la INTERPOL en todo el mundo, aquellos que su corrupción fue evidenciada también como Montiel, Murat o Ulises Ruiz (por mencionar algunos) o simplemente todos aquellos que se hayan enriquecido inexplicablemente durante sus gestiones.
@JulioCastilloL
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