POR: RODOLFO ACEVES JIMÉNEZ
El secretario de Hacienda (SHCP), José Antonio Meade, pidió contar con la solidaridad, el apoyo y la generosidad, de los partidos políticos representados en el Congreso, para lograr aprobar el paquete económico 2017, que incluye el Presupuesto de Egresos, la Miscelánea Fiscal y los criterios generales de Política Económica, de donde se desprenden los recursos económicos como el gran motor de la economía del país. Dijo que el país requiere de un superávit primario y darle a la deuda una trayectoria descendente y sostenible.
En su respuesta, diversos actores políticos, como diputados o senadores de oposición, señalaron que quien se debe ajustar es el Gobierno Federal, eliminando gastos superfluos o burocracia dorada, en cuyos ahorros debería invertirse para el gasto social.
Este apoyo o generosidad de la que habla el Secretario Meade, no se traduce en políticas públicas propias; por ejemplo, la baja en el precio del dólar a 19.23 pesos por el billete verde, no es como consecuencia de medidas emprendidas por el Banco de México o la SHCP, sino como la percepción del desempeño de Donald Trump en el debate por la Presidencia de los Estados Unidos.
La SHCP parece que no contempla el tema del aumento en el pago de impuestos de los grandes contribuyentes, en el que consorcios como Grupo Modelo, Televisa, Liverpool, Palacio de Hierro, Bimbo y Grupo México, entre otros, contribuyeron con alrededor del 10% de sus utilidades, por debajo de las tasas que pagan las personas físicas.
Por otra parte, y en un ánimo de transparencia, la SHCP debería dar a conocer el total de los fideicomisos operados por esa dependencia, su objeto, así como el gasto que representa. En la administración del Presidente Felipe Calderón, los fideicomisos del gobierno federal para 2005 eran 1,409 y el monto de sus activos por 742 mil millones de pesos (mdp).
No sólo esto. Debe de dar a conocer las empresas o corporativos que operan bajo la figura del régimen de consolidación fiscal, que significa que a los grandes corporativos adquieran una empresa con pérdidas y mantenerla así, para demostrar a la SHCP sus mermas y deducirlas de sus utilidades. Por eso siempre piden devolución de impuestos.
También la SHCP debe informar a la opinión pública, la lista de personas físicas y morales beneficiadas con la cancelación de sus deudas fiscales. Por ejemplo, en 2007, el monto ascendía a 73,900 millones de pesos. Hoy, sólo por trascendidos es que se sabe en realidad las empresas y los montos, a los que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) hace multimillonarias devoluciones de impuestos, como Televisa a quien le regresó 3,000 mdp, sin embargo, su filial de caridad, Teletón, ya avisa que el dinero que aporta la ciudadanía y el gobierno, le es insuficiente.
No se omite en señalar escándalos financieros internacionales, como #PanamaPapers en cuyos protagonistas hay mexicanos como una muestra de un sistema financiero obsoleto y carente de políticas públicas de impulso a la economía de las familias mexicanas.
Pareciera que la SHCP quisiera vernos como María Reyes, una voluntaria del ejército insurgente de José María Morelos durante el Sitio de Cuautla de 1812, que sobresalió de entre la tropa, acercándose a las filas de los gachupines y quien se levantaba las enaguas mostrándoles las nalgas a los españoles, provocando los disparos de los realistas para que gastaran parque.
Con esta chusca pero cierta anécdota, se pretende configurar los dichos del titular de SHCP, en la generosidad legislativa para aprobarle todo, sin que el Gobierno Federal ponga algo de su parte.
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