Fotografía: FIFA World Cup
Por: ACD/Antonio Ramírez Águila
VOLGOGRADO, RUSIA.- Inglaterra busca reescribir su historia tras protagonizar ocho años negros en sus competencias internacionales, y el momento es inmejorable al enfrentar a un débil equipo tunecino que a su vez buscará rescatar algo más que sólo las fotos del viaje a Rusia.
Los ingleses han vuelto rehechos del desastre que supuso para ellos el Mundial de Brasil 2014, y de la tremenda humillación que supuso ser eliminados de la Euro de 2016 ante la pequeña Islandia, y en este Mundial tienen la oportunidad de comenzar otra vez.
No era de extrañar que en el corto o largo plazo, la enorme cantidad de extranjeros que jugaban en la Premier League fuera un factor que mermara la potencia del equipo de los “tres leones”, y los de la Isla han aprendido la lección al darle prioridad a jugadores jóvenes, misión que ya ha dado sus frutos al conquistar por tres años consecutivos el torneo de Esperanzas de Toulón y el más reciente Mundial Sub 17, de modo que este es el momento definitivo de que la joven generación británica demuestre su calidad de la mano de sus estandartes como Harry Keane, Jessie Lingard, Marcus Rashford o Jaimie Vardy.
En el otro lado del campo está Túnez, un equipo que dejó de figurar en Copas del Mundo desde 2006, cortando su racha que tenía de tres calificaciones consecutivas desde 1998, y en sus cinco participaciones, solamente ha ganado un partido, y fue ante México en Argentina 1978.
Sin muchas figuras o estrellas, el panorama es complicado para los tunecinos, ya que los pronósticos de su participación no son nada halagadores, y hay quienes se atreven a colocarlo en último lugar del Mundial, pero teniendo en cuenta que han ocurrido ya varias sorpresas, no debería de extrañar que Túnez protagonizara una.