Ciudad de México (Milenio).- La novela Moctezuma, de José Luis Trueba Lara, retrata a un hombre y una época cruciales en la historia originaria de México, y lo hace a través de una narración de precisión histórica, pero también mediante un fascinante relato de aventuras de guerra, alcoba, infidelidad, alcohol y muerte.
La novela llena muchos huecos, hasta hace poco persistentes, en la vida del emperador azteca, y bien puede dividirse en dos partes: una imaginativa, que cubre los primeros años del tlatoani, y otra con rigor histórico.
En entrevista, el escritor José Luis Trueba Lara dice que ambas partes de la novela permiten entender al personaje en varias de sus facetas, desde su hablar hasta su manera de ejercer el poder y de hacer política.
“Moctezuma fue un gran gobernante que vivió en un mundo que no pudo entender, y ese mandatario estaba obligado a hacer cosas horribles, como conquistar, matar y destruir a sus oponentes, porque en la guerra y en la política así eran las cosas, sólo el más fuerte sobrevivía, y sobrevivía quien lograba acabar con sus enemigos”.
El líder político “sobrevivió a todo, salvo en el último instante; fue un tipo brillante y poderoso, pero muy incomprendido”, explicó Trueba Lara, autor de libros de historia, política, ensayo, divulgación de la ciencia, reportaje y novela.
“Moctezuma tuvo una vida intensísima en apenas 50 y tantos años —explica—, y este libro marca una distancia enorme entre el Moctezuma que presenta la historia oficial y el que se puede conocer a través de la investigación y el quehacer de la novela, y aunque tampoco se trata de reivindicarlo, sí de leerlo y comprenderlo de manera distinta”, afirmó.
La novela de Trueba es también un discurso en contra de esa historia simplificada de buenos y malos, se trata de “una historia que busca comprender por qué pasan las cosas, lo que es más interesante”.
Trueba propone tres tipos de lectores para esta novela: “primero, el que quiere entender el acontecer cotidiano en la época de Moctezuma, con historias de alcoba, alcohol e infidelidad”.
El segundo, añadió, es el que gusta de la novela histórica, porque aquí aparece un personaje visto desde una perspectiva nunca antes imaginada, y el tercero es aquel lector al que le gustan los relatos de aventuras.
“De pilón, los lectores podrán asomarse al mundo azteca y a escenarios poco conocidos de su realidad, como a la vida cotidiana del pueblo y de los gobernantes, sus rituales, costumbres y manera de expresarse”, aseguró.
Esta es una “entrega es para divertirse, conocer y descifrar la vida y la obra de Moctezuma. Es para un lector que anda por el mundo queriendo que le cuenten historias llenas de datos, situaciones y personajes reales cuyos huecos han sido llenados a partir de las licencias que otorga la ficción, la imaginación y la novela”, abundó.
El escritor y editor mexicano parece llevar al tlatoani tomado de una mano y al lector de la otra, debido a que en esta novela, donde el poder y la ambición son los elementos que amalgaman el texto, se escucha hablar a Moctezuma con las mismas voces y palabras que están incluidas en otros muchos textos del siglo XVI, es decir que el lenguaje de ese soberano es retomado por el autor para presentarlo en su justa dimensión.
Entre muchas cosas, “Moctezuma fue el fanático que tembló ante las profecías, el traidor que entregó el poder al invasor, y el cobarde que sólo mereció la muerte más ignominiosa. ¿Cómo explicar que la caída de Moctezuma haya ocurrido en el momento de mayor esplendor del mundo mexica?”, insiste el autor.
Esta novela indaga en la vida del gobernante, sobre todo en los hechos poco conocidos que precedieron a la Conquista. Desde las circunstancias peligrosas de su nacimiento hasta el encuentro con Hernán Cortés y Malintzin, pasando por su educación, carrera militar y los embrollos de la intriga política.
Moctezuma es el retrato de un personaje complejo y fascinante, y la visión de un imperio que pasó de la apoteosis a la derrota.