Ciudad de México (Milenio).- Las páginas de tres raros volúmenes de los siglos XVI y XVII habían sido archivadas con un poderoso tóxico en una universidad danesa y estaban al alcance del público. Ahora están dentro de unas cajas de cartón, ventilados y separados del resto de volúmenes con etiquetas de seguridad.
La idea es digitalizarlos para minimizar el riesgo del contacto físico. Pero durante años estuvieron al alcance de cualquiera de los usuarios de la Universidad de Southern Denmark, en Esbjerg, Dinamarca. Hasta que descubrieron que los tres libros habían sido embadurnados con arsénico.
Este elemento químico se encuentra entre las sustancias más tóxicas del mundo, provocando desde una intoxicación hasta el desarrollo de un cáncer o la muerte. Se necesitan apenas 0.15 gramos del rey de los venenos para acabar con la vida de una persona de 75 kilos.
Una vez ingerido, camuflado con productos como la harina o el azúcar, el cuerpo lo asimila con rapidez. Del aparato digestivo pasa al torrente sanguíneo, desde donde se distribuye por todos los órganos, aunque se concentra en las uñas, el pelo, la piel, las arterias y el hígado.