CUERNAVACA, MORELOS (WdC).- Cuando el arquitecto Luis Enrique López Cardiel diseñó el proyecto de rehabilitación de la Plaza de Armas “General Emiliano Zapata”, tenía en mente un objetivo: convertirla en uno de los puntos de encuentro, disfrute y convivencia más importantes del país.
Tal y como fue antes de la época de La Conquista, cuando la plaza era ocupada en las mañanas por un tianguis comercial, en el que se encontraban productos provenientes de toda Mesoamérica, que incluía la mitad de México hasta Nicaragua y Costa Rica.
Y por las tardes -después de las actividades diarias- era el centro de reuniones informales de los varones; mientras que en los días de asueto de espectáculos y diversión para toda la familia.
Tras la llegada de Hernán Cortés, el espacio adquirió más importancia. El mercado creció y ya no sólo se comercializaban productos locales sino también aquellos provenientes de Europa y Asia.
“El objetivo era rescatar la identidad de Cuernavaca que varios cientos de años fue uno de los centros más importantes, no solamente de la cultura y del comercio, sino de la ruta que generó la globalización”, expresó el arquitecto Luis Enrique López Cardiel.
Tener más visibilidad, seguridad, accesibilidad y áreas verdes fueron los elementos básicos que se tomaron en cuenta para este proyecto y lograr hacer de la Plaza de Armas un área donde la gente se encuentre, donde pueda caminar, disfrutar y apropiársela.
“El Centro Histórico tiene una vida de comunidad originaria de varias ciudades y pueblos del estado, entonces se necesitaba un espacio para venir, caminar y encontrarse con esas personas y aún con las que hablan otras lengua y viven el Centro de otra manera”, comentó.
Hoy, la Plaza es un lugar más abierto, libre para una multifuncionalidad de acciones; cuenta con más de 80 bancas propias para tener una alta convivencia.
López Cardiel aseguró que además de recuperar la identidad de Cuernavaca como punto de encuentro, para integrar el proyecto se pensó en cinco valores importantes que dieron pie al diseño para que éste estuviera armonizado con el uso y el disfrute.
Seguridad. Tiene que ver con una transparencia absoluta, “ver desde cada punto la Plaza”.
Jardines. Cuernavaca tiene una tradición de jardines, aunque estos siempre están de las puertas de las casas hacia dentro, “lo que nosotros quisimos fue sacar el jardín de la casa a un espacio público”. “Quisimos traer un jardín que apoyara a reducirla contaminación”.
Función social. Trata de incluir a todas las personas en el espacio sin importar su condición, por ello la Plaza de Armas es totalmente accesible a las personas con discapacidad, embarazadas, con debilidad visual.
Equilibrio. Un sitio para realizar actividades comerciales sin dañar la infraestructura.
Finalmente, se estableció como premisa principal que las personas son más importantes que los autos. La idea es rescatar el espacio público y reducir al máximo el uso del automóvil.
Por todo lo que implicó la remodelación de la Plaza de Armas fue el propio arquitecto quien invitó a la ciudadanía a conocerla.
“Vengan dense cuenta del cambio que se ha realizado. Es para ustedes para disfrutarla, usarla, aprobarla; para que se apropien de ella”, finalizó.