POR: Cecilia Toledo Escobar
Cuernavaca, Morelos 3 de Noviembre 2016 (Wdc).- El verdadero compromiso del gobierno mexicano para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia debe reflejarse en mayor presupuesto asignado a los servicios de salud. De manera concreta, que dicho presupuesto permita la operación sustentable de servicios especializados de salud que brinden protección y atención a las mujeres, sus hijas e hijos que han sufrido violencia extrema, desde un enfoque integral y una perspectiva de género.
Durante este periodo de sesiones, la Cámara de Diputados iniciará las discusiones del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017. Entre los temas que los diputados analizarán, está la disminución de cerca de 10% al presupuesto asignado al sector salud. De concretarse esto, el verdadero compromiso del gobierno mexicano para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia sería un mero discurso que no tendrá sustento en los hechos ya que uno de los pilares para brindar atención a las mujeres, sus hijas e hijos que han vivido una situación de violencia se encuentra en el sector salud. Por ello, resulta necesario colocar estas reflexiones ante la inminente posibilidad de un presupuesto que no contemple la situación de violencia que muchas mujeres vivimos en México.
Sin lugar a dudas, los distintos tipos de violencia contra las mujeres que incluyen la violencia sicológica, física, sexual, patrimonial, económica, la violencia obstétrica o la violencia política, entre otros, generan graves impactos en distintos aspectos de la salud de las mujeres. Incluso, la Organización Mundial de la Salud ha llamado la atención de la comunidad internacional sobre la dimensión global y de salud pública de la violencia de género que ya afecta a más de un tercio de mujeres en el mundo[1] . De acuerdo con una investigación realizada por Fundar en 2016, Más allá de las Leyes de Violencia Doméstica en América Latina: Los retos de los servicios de protección para mujeres sobrevivientes un eje central para la atención de las mujeres se encuentra en el Modelo de Protección que precisamente articula los servicios de salud inmediata y básica para prevenir que el impacto de la violencia en las mujeres se vuelva más extrema. De hecho, la NOM 046 incluye estándares específicos que el personal médico debe seguir para el tratamiento de estos casos y en su caso, canalice a las mujeres que han sufrido violencia extrema a los servicios especializados de protección. Un posible recorte presupuestal al sector salud pública definitivamente podría impactar en la infraestructura que se requiere para ello desde capacitación y sensibilización al personal médico para detectar estos casos de violencia, la aplicación de métodos de tamizaje, hasta la atención de casos extremos de violencia física que llegan a incluir golpes que afectan órganos vitales o problemas ginecológicos.
Esta reflexión se une con el siguiente punto. El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva el órgano rector que contribuye a incorporar la perspectiva de género en salud es encargado de transferir los recursos públicos a los refugios a través de la Convocatoria de Asignación de Subsidios para la Prestación de Servicios de Refugios para Mujeres, sus hijas e hijos que viven violencia extrema y en su caso sus Centros de Atención Externa. Este recurso público precisamente es asignado a los refugios que participan anualmente en esta convocatoria para financiar la prestación de servicios especializados de protección a mujeres, sus hijas e hijos que han sufrido violencia extrema desde un enfoque integral (atención médica, sicológica, jurídica y de educación) y con perspectiva de género, ya que se busca fortalecer la autonomía de cada mujer y brindarle acompañamiento para transformar su situación de violencia a partir de su participación y consentimiento. Este recurso financia aspectos básicos de la operación de los refugios como el pago de la renta del espacio, la alimentación de las mujeres y del personal, así como el pago al personal que entre otros incluye, personal médico que es prioritario para atender a las mujeres que llegan ahí. De acuerdo con personal del refugio, en un lapso de 6 meses (entre enero a junio de 2015) se habían brindado cerca de 3, 281 atenciones médicas a las mujeres que han acudido al refugio debido a la condición física en la que llegan muchas de ellas, y que incluyen un amplio abanico de atención que va desde casos de desnutrición grave, problemas en vías respiratorias hasta atención ginecológica especializada como resultado de esta violencia[2]. La posible disminución de recursos al sector salud puede impactar la asignación de recursos a esta convocatoria que resulta fundamental para la operación de los refugios como instancia que coadyuva al Sector de Salud Pública que se articula en el Modelo de Protección.
El presupuesto tiene que aprobarse a más tardar el 15 de noviembre, por lo que resulta indispensable monitorear las discusiones que se den en la Cámara de Diputados. Desde Fundar, estaremos atentas a que los recortes de salud no afecten la capacidad institucional de atender a las mujeres que han vivido violencia extrema y que los recursos que el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva asigne en la Convocatoria para la operación de los refugios garantice la sustentabilidad de los refugios y la prestación de servicios de protección y de seguridad a las mujeres desde un enfoque integral, de derechos humanos y con perspectiva de género. De otra forma, el compromiso del gobierno para erradicar la violencia en contra de las mujeres sería un discurso más que no se aterriza en la práctica.
@FundarMexico
@cte78
@OpinionLSR
[1] Informe mundial sobre la violencia y la salud: resumen. Washington, D.C., Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud, 2002. http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/summary_es.pdf
[2] Entrevista a la coordinadora del Refugio Espacio Mujeres realizada en junio de 2015.