La propuesta de construcción de tres trenes de pasajeros, que serán desarrollados por ingenieros militares y empresas privadas, y llevará a cabo la próxima administración, corre el riesgo de tener debilidad financiera y opacidad en el proyecto, consideró Gerardo Herrera, catedrático de negocios en la Universidad Iberoamericana.
La próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, recién dio los detalles de los proyectos que tiene para levantar los trenes de pasajeros en las rutas: México-Querétaro-Guadalajara, Ciudad de México-Nuevo Laredo, y AIFA-Pachuca. Indicó que ya se analiza el derecho de vía con el objetivo de tener listo este rubro para antes de que comience su administración (01 de octubre próximo) y llevar a cabo las licitaciones correspondientes.
El analista de la Iberoamericana expuso tres observaciones que se deben tomar en cuenta, dijo: los costos finales de la construcción de estos tres grandes proyectos, las actuales finanzas públicas y la participación de militares en las obras, que se podría traducir en opacidad.
El especialista en negocios consideró la posibilidad de que el costo por estas tres vías férreas podría aumentar, tal como pasó con el Tren Maya.
«Mi consideración es que nuestra experiencia reciente más concreta de la construcción de un proyecto de esta envergadura en trenes México, es que fue muy mal estimado o que se quedaron muy bajos en costos», mencionó a La Silla Rota.
Otra de las consideraciones que Herrera observó es el presupuesto público y las actuales finanzas. El déficit de las finanzas públicas, localizado en 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los más altos en décadas, podría complicar contar con el dinero para estas obras.
«Recibir las finanzas con un 5.9% de déficit público con la promesa de bajarlo a 3.5% es lo que ha dicho el secretario de Hacienda que va continuar. Mi segunda consideración es que esté bien estimado el costo, que es un dineral, y sí está mal estimado pues todavía más ¿Cómo van a conseguir esto con metas presupuestales de reducción de gastos?», mencionó.
Durante su campaña, Claudia Sheinbaum aseguró que se estaba trabajando en el presupuesto para las obras estratégicas y programas sociales, además de que ha dicho que continuará la austeridad.
La cercanía de la toma de posesión de la primera presidenta también es un elemento a considerar en el levantamiento de las tres líneas de tren, según el maestro de la Universidad Iberoamericana.
Lo anterior es señalado debido al anuncio de las licitaciones para la participación del sector privado en dichas obras.
Sin embargo, añadió, es necesario considerar la confirmación de la participación de las Fuerzas Armadas en la construcción de los más de 3,500 kilómetros de vías férreas.
Militares en construcción de trenes
El catedrático en negocios puso sobre la mesa la posibilidad de que los trabajos, costos e información que los integrantes de las Fuerzas Armadas puedan tener, se maneje con opacidad.
«Todo lo que hace el Ejército es opaco, el Ejército no es transparente; todo lo manda a reservado, a seguridad nacional, etcétera. Si en general el gobierno debería ser transparente, debería serlo más en un proyecto de esta envergadura», afirmó.
La participación de la iniciativa privada, de la mano del Ejército, añadió, es una «moneda de dos caras», debido a que el gobierno no puede operar en solitario proyectos de este calado.
Ante las anteriores consideraciones, el experto se preguntó la rentabilidad de los proyectos ferroviarios, tomando en cuenta proyectos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y el Tren Maya.
«Corresponde a la nueva administración presentarle a la sociedad el caso de negocios que respalde a estos proyectos».