A pesar de saber que estaba contaminada, el gobierno de México compró leche radioactiva en 1987 que venía de Chernobyl, se confirmó con un expediente desclasificado de este asunto por el proyecto Archivero que dirigen Laura Sánchez Ley y Dardo Neubauer.
Se conoció que las autoridades no solo estaban enteradas de la leche radioactiva de Chernobyl, si no que autorizaron mezclar 1 costal de leche contaminada por 6 limpios, de modo que, según sus fórmulas, esta “no hiciera daño”.
Archivero destacó que llevaban un largo tiempo intentado abrir el expediente, por lo que ahora han podido saber que el 13 y 14 de junio de 1987 fue cuando aseguraron los lotes de leche contaminada por el accidente nuclear de Chernobyl.
Fue en aquel momento que la Secretaría de Salud dio a conocer que sí tenían conocimiento que Irlanda tenía altos niveles de radiación y aun así se compró.
Las autoridades aseguraron en aquel momento que otros países pusieron en marcha acciones extraordinarias para “solventar la problemática” en este producto.
Como solución, el gobierno mexicano consideró que los que tenían baja contaminación sí podían consumirse “por única vez”.
“Esto será posible con una amplia y homogénea disolución y control del proceso”, señalan las autoridades en los expedientes desclasificados.
Bajo este proceso, en 1987 se autorizó la distribución de leche radioactiva, con la fórmula de un saco contaminado por seis limpios, luego de esto se realizó un esquema de difusión con rotación que impidiera el consumo reiterado de este producto en los mismos grupos de la población.
Esto dicen los expedientes desclasificados
“Un mezclado en proporción de uno a siete (14.2% de producto liberado); es decir un saco contaminado por seis limpios. Por lo anterior no se autoriza la venta de esta leche liberada a otras empresas, ni como materia prima ni en presentación de leche en polvo. Tan sólo podría comercializarse una vez diluida bajo la proporción indicada”, se lee en el documento obtenido por Archivero.
“La distribución de la leche diluida citada tendrá que programarse atendiendo a un esquema de difusión o rotación que impida su consumo reiterado por los mismos grupo de población. A tal efecto CONASUPO presentará a la consideración de esta Secretaría el programa de distribución relativo para su control”, se detalla.