La escuela normal rural de Ayotzinapa cuenta con un manual táctico básico para realizar protestas y labores de contrainteligencia: los alumnos están obligados a cubrir sus rostros, tienen prohibido llevar teléfonos celulares, deben reportar vía radio la presencia de informantes y un grupo está encargado de portar bombas Molotov, según se desprende un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Con base en este informe, se sabe que el Ejército conocía detalles de la organización de los normalistas antes de que se registrara la desaparición y muerte de 43 estudiantes en septiembre de 2014, entre ellos Julio César López Palotzin, militar infiltrado en la Escuela Normal Rural Isidro Burgos.
El documento se integró al expediente de auto de formal prisión contra tres militares que han sido acusados de estar implicados en lo ocurrido a los estudiantes y de mantener supuestos nexos con el grupo criminal Guerreros Unidos.
De acuerdo con la investigación del Caso Ayotzinapa, los alumnos de nuevo ingreso de Ayotzinapa deben cubrir un perfil y acatar órdenes durante las manifestaciones que llevan a cabo.
La Sedena admite en el expediente que Julio César López Palotzin fue infiltrado en la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, con “fachada de alumno” para reportar, de primera mano, las actividades de los normalistas.
Ejército infiltró a soldado en Ayotzinapa y lo mataron
El soldado de infantería presentó exámenes de ingreso en la normal rural el 6 de agosto de 2014 y el 20 de agosto de 2014 fue admitido como estudiante.
Sin embargo, sólo desarrolló sus actividades como informante de lo que sucedía en la normal Isidro Burgos durante un mes, una semana, pues desapareció en septiembre de 2014, en lo que se ha denominado “la noche de Iguala”.
En la relatoría de la Sedena sobre las actividades del soldado Julio César, hay un apartado que se titula “Medidas de seguridad que emplea la Escuela Normal Rural Isidro Burgos en sus actividades», el cual contiene cuatro puntos básicos:
Los alumnos de primer ingreso, todos sin excepción deben tener el corte de cabello muy corto para distinguirlos de los demás.
Son sujetos a una revista en el sentido de que no deben portar algún medio de comunicación, cámaras fotográficas o teléfonos celulares, y dependiendo de las circunstancias les recogen el celular.
Todos los alumnos prevén (sic) pasamontañas, paliacates o alguna otra prenda para cubrirse el rostro, gorras, sudaderas de manera larga, algunos con una mochila y en su interior botellas de vidrio y gasolina (bombas Molotov)
Antes de cada salida a un evento, sale una camioneta a verificar que el área esté despejada de reporteros, autoridades o algún informante, portando radios, para dar aviso hacia el interior.
En este último punto los normalistas destacan la realización de labores de contrainteligencia para evitar la presencia de espías.
Las medidas que establecieron los estudiantes de Ayotzinapa para el desarrollo de sus protestas, las cuales fueron reportadas desde 2014 por los órganos de inteligencia de la Sedena, se pudieron observar el 23 de septiembre de 2022, durante el inédito ataque con artefactos explosivos al Campo Militar Número Uno de Ciudad de México.
Decenas de jóvenes con el rostro cubierto, cabello corto, quienes vestían sudaderas, lanzaban artefactos explosivos contra las instalaciones militares.