POR: MARTÍ BATRES
La mencionada alianza PAN-PRD para el 2018 ha sido presentada por comentaristas oficiosos y dirigentes de dos partidos como una coalición contra el PRI y el viejo régimen. Pero no es así. Esta alianza no sólo es PAN-PRD, no es contra el PRI ni contra el viejo régimen. Se busca hacer una coalición que salve al viejo régimen y que garantice la continuidad de las reformas neoliberales.
Para que quede claro: la alianza PAN-PRD no es contra el PRI, es contra Morena y AMLO. No es PAN-PRD, es PAN-PRD-PRI.
Nos acercamos a un escenario electoral en el que se advierten dos grandes polos políticos. Por un lado está Morena y en el otro lado todos los demás.
De hecho, aunque formalmente presentó candidato propio, en los hechos el PRI llamó a votar por Felipe Calderón en el 2006. Y en 2012, la cúpula real del PAN llamó a votar por el PRI.
Hacía el 2018, la cúpula del PRI y el PAN que es la misma y la forman Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos, Vicente Fox, Peña Nieto, entre otros, pretenden reeditar las alianzas del pasado pero con mayor profundidad. Especulan, incluso, sobre la posibilidad de la segunda vuelta y pretenden darle forma jurídica a la idea del gobierno de coalición.
Sin embargo, se ha ido fortaleciendo un estado de ánimo favorable al cambio político. Ese estado de ánimo, conecta sobre todo con la propuesta política de AMLO.
Todo lo anterior, le da lógica a la reciente expresión de AMLO en el sentido de oponer a la alianza cupular PRI-PAN una alianza de las bases de los partidos. Ese es el reto inmediato de Morena.
@martibatres
@OpinionLSR