Ciudad de México (Milenio).- Los tres primeros acordes de la guitarra de Daniel Espinoza lo llenan todo: los oídos, el estómago, el cerebro. Con la música de Sadfields, la banda que fundó junto con Miguel Flores en el bajo y Erick Román en la batería, los órganos se conectan entre sí. Y vibran.
Missing, la primera canción de su primer -y único- EP, Homesick, es un llamado constante de las cuerdas de Daniel, a Miguel y Erick, quienes con voz tenue, le responden. A ratos parecen lejanos, pero es una conversación constante y fluida. Ellos se entienden y provoca que quienes los escuchen se mantengan atentos, alerta de lo que viene.
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El camino de Sadfields es inverso al de la mayoría de las bandas.
Comenzaron tocando su propia música en bares y foros. Se fueron moviendo por la escena underground del Estado de México y captaron la atención y los oídos de más de uno. Dos años de shows en vivo los llevaron, finalmente, al estudio de grabación.
“De alguna forma no tener el disco hacía que la gente nos viera como un pequeño hito. Eso fue bien chingón”, dice el baterista, Erick Román, en entrevista con MILENIO. “Nos gustaba que no supieran en realidad a qué sonábamos y que fueran al show y se sorprendieran porque de alguna forma sí nos concebimos como una banda en vivo”.
Escuchar a Sadfields es, justamente, no saber desde un inicio a qué suena, pero igual desear quedarse hasta el final para conocer todo lo que tienen.
En una escena musical mexicana donde se concibe a las bandas de más éxito como rock, escuchar las conversaciones musicales de Erick, Daniel y Mike, resulta tan chocante como magnético.
Los tres se conocieron en una preparatoria de Mixcoac y desde la adolescencia no han parado de tocar.
“Somos fans de A Place To Bury Strangers, nos encanta, justo de lo que hablo, el dinamismo que tienen y el ritmo de trabajo tan ajetreado que tienen y les encanta tocar. Apenas vi que en (el festival texano) South by Southwest hicieron como 14 shows en una semana y a nosotros es algo que nos encantaría hacer”, dice Erick y añade que la banda liderada por Oliver Ackermann es un referente para ellos.
El primer EP de Sadfields es Homesick. Tal como su nombre lo dice, las seis canciones están llenas de una nostalgia poderosa y envolvente.
“La verdad nos gusta que el material de estudio capta justo la esencia en vivo y suena a lo que debe sonar Sadfields, como algo estruendoso y algo visceral”, dice Erick que recuerda perfecto su primera presentación, cuando sin álbum de por medio, se presentaron en el foro Barro Negro de Satélite y comenzaron a tocar en todos los lugares posibles. “Nos podría tardar dos años hacer otro disco, que creo que no va a pasar, pero nos gustaría eso: que Sadfields se mantenga como la banda en vivo. Eso nos gusta bastante”.