POR: LAURA BALLESTEROS
Cada 22 de septiembre se conmemora a nivel mundial el día mundial sin auto, inició en países europeos como una medida ante el creciente uso del coche y de los costos o externalidades que conlleva.
Las ciudades y países aplican este día de diferente manera, algunos de forma laxa y unos más en sentido estricto a no utilizar el coche, un ejemplo de ello son las ciudades colombianas como Bogotá y Medellín, las que establecieron a través de un referéndum la prohibición del uso del coche particular para ese día.
Alrededor del mundo las políticas públicas van en sentido de desincentivar el uso del coche, con mejora y ampliación del sistema de transporte público, y con eje principal incrementar el número de usuarios en movilidad activa (peatones y uso de bicicleta como sistema de transporte).
Un ejemplo de ello, es la Semana Europea de la Movilidad que se realiza del 16 al 22 de septiembre, donde se ha tenido como mensaje clave el impulso de la movilidad inteligente y sustentable como parte de la disminución del uso del coche.
Algunas de las cifras que se dan a conocer en la Unión Europea, es el crecimiento en el uso del auto, pues en 2014, el 54% de la población mencionó que utilizaba ese medio como su principal forma de moverse, mientras que en 2007 la cifra era del 51%, aumentando un 3% en 7 años.
De igual forma, destaca una contribución al crecimiento económico de Europa, pues de las 10 millones de personas empleadas por la industria del transporte, se estima que la economía ciclista emplea a cerca de 650 mil personas.
En la Ciudad de México hace 4 años que iniciamos con los cambios para disminuir los privilegios que tienen los usuarios de coche, que representan la minoría, pues el 70% de los 21.9 millones de viajes que se realizan a diario son en transporte público.
Uno de los cambios fundamentales, es colocar al peatón en la cima de la pirámide de la movilidad, y cambiar el paradigma de mover carros por mover personas. De esta manera se prioriza el transporte público y la inversión que se destina a él.
De este modo, la movilidad inteligente en la Ciudad de México ha tenido un impulso en los últimos años, por ejemplo, la encuesta Ecobici 2014, el 87% de los viajes que se realizan a través de él, se combinan con otro sistema, con el que más se combina es la caminata (35%), seguido de Metro (29%).
No es dejar de usar el carro, sino hacer un uso responsable e inteligente del mismo, tomar como opciones compartirlo, utilizarlo únicamente para distancias largas o si es necesario, pues el promedio de ocupación de un auto es de 1.2 personas, es decir que a diario viaja solo una persona en un vehículo, lo que contribuye a aumentar la congestión vial.
Lo más importante, es entender que la movilidad en la Ciudad de México es una responsabilidad de todos, donde debemos hacernos cargo de la parte que nos toca, donde sociedad y gobierno vayan de la mano con políticas públicas que ayuden a la mayoría de esta gran ciudad.
@LBallesterosM