CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Dos iniciativas se contraponen en la Cámara de Diputados. Una, la del presidente Enrique Peña Nieto, propone que la Constitución y el Código Civil Federal reconozcan el matrimonio igualitario, con la posibilidad de que homosexuales puedan adoptar hijos.
La otra iniciativa, impulsada por organizaciones a favor de la familia y de corte religioso, pretende que la Carta Magna cierre la puerta en definitiva a esta posibilidad, apuntalando el derecho natural del varón y de la mujer, y salvaguardando la perpetuidad de la especie humana.
Son dos iniciativas que se enfrentarán entre sí y que ya generaran un fuerte debate en el Congreso, pues los grupos parlamentarios están divididos y el PRI, quien tiene el mayor número de legisladores, está bajo presión pues una de las dos iniciativas viene de Los Pinos, sin embargo no la quieren, ni la comparten, pues aseguran que fue uno de los temas que provocó su derrota electoral.
El origen
En el marco del Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, el presidente Peña Nieto anunció el envío al Congreso de un paquete de reformas para promover el matrimonio igualitario.
El pasado 17 de mayo, el paquete de reformas llegó al Congreso; la propuesta presidencial se compone de dos iniciativas. Una para reformar el artículo cuarto de la Constitución y la otra para modificar el Código Civil Federal.
De las dos iniciativas en disputa, la del presidente Peña se presentó primero y en esencia considera que todo mexicano, mayor de 18 años, tiene derecho a contraer matrimonio y no podrá ser discriminado por su origen étnico, género, discapacidad, condición social, de salud, religión, preferencia sexual o cualquier otra que atente la dignidad humana.
La iniciativa tiene por objeto establecer expresamente la protección constitucional para evitar “restricciones injustificadas” al derecho que tienen las personas de contraer matrimonio.
La reforma a la Constitución viene acompañada de la propuesta para modificar la Código Civil Federal, es decir, para reforzar la idea plasmada en la Carta Magna, con sus respectivas consecuencias federales.
Adopción
En la parte civil, la propuesta presidencial sostiene que el derecho a formar una familia sin discriminación va de la mano con a la posibilidad de adoptar, tanto desde la visión de las personas adoptantes como desde las adoptadas.
“Negar el derecho a ser adoptado a un niño o niña por el sólo hecho de la orientación sexual de las personas adoptantes, deriva de una conducta discriminatoria, tanto para ellas, como para el propio niño o niña que pretende ser adoptado, pues se le desconoce su derecho a tener una familia, en el sentido más amplio posible de este concepto”, detalla el documento.
Esta propuesta viene acompañada de resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se establecen tesis respecto al interés superior de la niñez.
Identidad de género
La iniciativa de Presidencial también abre la posibilidad para que cualquier persona pueda expedir actas de nacimiento a las personas que ejerzan su derecho a la identidad de género, es decir, cuando desde el punto de vista quirúrgico la persona cambie de sexo.
La propuesta presidencial también propone cambios a la figura del divorcio.
La otra propuesta
La semana pasada más de 10 mil personas se concentraron fuera del Palacio Legislativo de San Lázaro para rechazar los matrimonios igualitarios y la posibilidad de que este sector de la población avance.
La concentración también sirvió para que se presentará una iniciativa ciudadana con la se pretende frenar las bodas gays y a su vez reforzar de la Constitución el concepto de familia.
La propuesta, la cual fue acompañada por el respaldo de casi 50 legisladores de las principales bancadas, específicamente del Partido Encuentro Social (PES), propone que la Carta Magna tengan la oración: “el varón y la mujer son depositarios del derecho humano a ser definidos por su naturaleza y no por la cultura, y son iguales ante la ley…”.
Es en consecuencia, apuntalar el derecho de todo ser humano a ser definidos “conforme a su concepto real, su esencia inequívoca que lo distingue de otro ser u objeto, así como conforme a su evidencia objetiva con base en la realidad biológica especificada en cada una de los cromosomas de su organismo.
La propuesta reconoce que sí bien la influencia cultural es clara y determinante, esta determinación es “accidental respecto a la realidad conceptual en todo sentido, acerca del ser humano: la cultura lo determina, pero no lo define”.
También proponen que el Estado reconozca el derecho humano al matrimonio, pero sólo entre hombres y mujeres, y “para salvaguardar la perpetuidad y el adecuado desarrollo de la especie humana.
Estado laico
La propuesta sugiere que el Estado, respetando su carácter laico, no promueva en la educación obligatoria ninguna ideología que contravenga la protección del matrimonio entre una mujer y un hombre.
“Su carácter laico, e incluso su carácter científico, hacen incompatible cualquier ideologización que no tenga su fundamente en la ciencia y que sea respetuoso de la configuración biológica, jurídica, natural, sociológica y genética del matrimonio y la familia”.
A su vez, la propuesta que se entregó en la Cámara de Diputados promueve que la Carta Magna especifique que el Estado garantice a la familia, elemento natural y fundamental de la sociedad, la protección de la vida sus miembros desde el momento de la fecundación hasta el ciclo natural de la vida.
Con esta propuesta legislativa se pretende negar la práctica legal del aborto como ya sucede en distintas entidades del país, como es el caso de la Ciudad de México.
Respecto a la adopción, se propone que todo menor de edad tenga el derecho humano a pertenecer a una familia, que garantice su sano desarrollo integral, adecuado a su proceso evolutivo, a su identidad natural y a su edad.